Una vez mas, inspirado por aquella piedra angular del conocimiento grueso y prodigoso, como lo son "Las Leyes de Murphy", me senti obligado a plasmar mis vociferaciones, cual pequeño bribon que roba mandarinas en el mercado central.
A pesar de las innumerables dificultades y los multiples traspies decidi hacerlo realidad. Sin mas pelambrerias, muy anglosajon y gratificantemente pedorro, estas son Las Leyes de Tony
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